martes, 27 de agosto de 2019

SÍNDROME DE BURNOUT. ANSIEDAD Y DEPRESIÓN LABORAL.



El síndrome burnout que se traduce a veces como síndrome del trabajador quemado y otras como síndrome del desgaste profesional, acaba de ser reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una enfermedad, y ante esta noticia, las empresas deben prestar mucha atención, porque  sus acciones, o la ausencia de las mismas están muy relacionadas con este síndrome.

El síndrome de burnout -del que deriva la expresión “estar quemado”, es considerado un trastorno que afecta a nivel emocional y psicológico a una parte importante de trabajadores que viven en un estado de estrés y ansiedad.

Causas:

El principal detonante del síndrome de burnout es el entorno laboral y las condiciones de trabajo.
El empleado que está expuesto de manera continua a, entre otros, altos niveles de estréscarga de trabajo excesivapoca autonomía, malas relaciones en el trabajo y ausencia de apoyo en su entorno, falta de formación para desempeñar las tareas, etc., puede llegar a padecer un estrés crónico que acabe provocando el burnout. Por ese motivo, el vínculo entre el estrés y el burnout es muy fuerte.
Situaciones que llevan a que el trabajador nunca salga a su hora y tenga que llevarse trabajo a casa, así como no contemplar las sustituciones por bajas temporales pueden elevar los niveles de estrés y, a la larga, propiciar el burnout.









Prevención
La prevención del síndrome del trabajador quemado debe comenzar en la empresa del empleado. La primera medida que deben tomar es evaluar las situaciones que generan el estrés y la ansiedad en el trabajador y tomar las decisiones y las medidas adecuadas para intentar reducirlo.
Para ello deben mejorar la organización y proveer de herramientas necesarias para que el trabajador pueda realizar sus tareas de forma adecuada y no tenga tanta sobrecarga laboral.
Para poder diagnosticar el síndrome, los especialistas tienen que conocer los síntomas de la patología y realizar una entrevista clínica con el empleado que les permita averiguar si existe la sospecha de padecer la enfermedad. Además, conviene que el profesional conozca cómo es su situación dentro de la empresa y cómo está organizado el trabajo.

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